Traducimos, por su interés, el artículo que acaba de publicar la Federación Europea de Ciclistas, importantísima organización
Pain in Spain (dolor por España) (revisión)
España ha propuesto una legislación bastante desagradable, que incluye una ley del casco obligatorio. El representante de Seguridad Vial ECF, Ceri Woolsgrove, explica por qué ésta es una mala noticia.
El año pasado ya hablamos sobre España y su pretensión de implementar una ley del casco.
Bueno, pues parece que puede llegar a ser una realidad. Las noticias van en el sentido de que la nueva regulación incluirá el uso obligatorio de casco para ciclistas. También hay más malas noticias, como por ejemplo:
• Los ciclistas deberán utilizar preferentemente el lado derecho de la carretera , con lo que el ciclista deberá explicar por qué no estaba en el lado derecho de la carretera después de un accidente
• Remolques de bicicletas: Sólo se permitirá en áreas urbanas y vías ciclistas (actualizado por el traductor).
• Se habló incluso, en su momento, de que los niños menores de 14 años fueran necesariamente acompañados por un adulto en bicicleta (actualizado por el traductor).
Si yo pretendiese introducir normas baratas, con efectos devastadores sobre el ciclismo en un país con un creciente número de ciclistas, no podría hacerlo mejor. Así: si no vas por la cuneta y te atropellan, es tu culpa. ¿Creías que resultaba más seguro circular por la izquierda o por el centro del carril? Pues no, te equivocas. En cuanto a lo de los menores de 14 años, incluso aunque no salga adelante, demuestra el nivel de conocimiento de los autores de la norma.
Y la ley de casco obligatorio, también podría llegar.
Debemos recordar que en Australia, Nueva Zelanda, Canadá y donde las leyes del casco obligatorio han sido impuestas, se ha producido un descenso de ciclistas en las calles. Por ejemplo: el número de horas de ciclismo en Nueva Zelanda ha caído un 55% desde 1989/90. El ciclismo en Australia también ha disminuido significativamente , un 37,5% menos usa la bicicleta en 2011 que en 1985-86, todo esto sin ningún beneficio apreciable para la seguridad vial. De hecho, hay evidencia de que estas leyes pueden involuntariamente convertir el ciclismo en algo más peligroso, las cifras muestran que menos ciclistas significan más riesgo para el colectivo. Esto se ha demostrado una y otra vez, como consecuencia del “principio de la seguridad en números”.
Si estas normas provocan el desplome de las cifras de uso de la bici en ciudades como Sevilla, será aún más una vergüenza. Sevilla ha conseguido, a través del trabajo duro y minucioso por parte de los activistas y el buen trabajo de las autoridades, aumentar de menos del 2% hace unos años hasta cerca de un 6% de cuota modal actual. Con ese tipo de cifras Sevilla está a la vanguardia del ciclismo urbano en Europa, algo que podría convertirse en cosa del pasado.
(Para obtener más información sobre el casco, vea nuestra página de Seguridad Vial, que resume nuestra posición sobre el mismo, así como nuestro informe sobre la experiencia australiana).
Del mismo modo, ningún sistema de bici pública ha tenido éxito en una ciudad donde el casco es obligatorio. El contraste es claro entre Dublín y Melbourne. En Melbourne, la bici pública ha fracasado por culpa del casco obligatorio. El sistema está costando a los contribuyentes 5,5 millones de dólares en cuatro años y sólo se registran 140 usos al día en las 600 bicicletas. Compare esto con las 450 bicicletas de Dublín –donde el casco no es obligatorio-, utilizado aproximadamente 2720 veces al día. No es extraño que los Ayuntamientos españoles con sistema de bicicleta pública estén poniéndose nerviosos.
No sólo con la pérdida de los sistemas de bicicletas públicas las autoridades españolas se estarían “disparando en el pie”. Aparte de las ventajas perdidas, los beneficios para la salud, los beneficios de aire limpio, las reducciones de CO2, reducción de la congestión, se estima que España ingresa por turismo cicloturista entre 1,5 hasta 2 mil millones de € cada año. La extensión de la obligatoriedad del casco podría poner en peligro esta cantidad y, sin duda detener cualquier crecimiento del turismo en bicicleta en España. La mayoría de los cicloturistas que llegan a España proceden de países como Francia, Alemania, Irlanda, Países Bajos, Suiza y el Reino Unido, donde no existe el casco obligatorio, y se ha despertado un movimiento de oposición en esos países contra las medidas. Podría resultar una norma muy gravosa, de aprobarse.
Los mantendremos actualizados, así que asegúrense de visitar la web de la ECF para actualizaciones.